cuando hay obscuridad,
tengo opciones a elegir, entre ellas:
1.- quedarme a obscuras, esperando "que llegue sóla la luz".2.- buscar una vela y encender esa pequeña flama, que en ese momento será una gran luz.
3.- salir a la calle, para encontrar luz.
Cuando en mi casa interna, en mi corazón, no encuentro la luz,tengo estas mismas opciones...
la opción 1 es la que no debo elegir, no quiero detenerme y esperar...
para mi, la opción 2 es una buena elección; debo buscar esta flama interna...aunque caminar en la obscuridad, para buscar esa luz, me sea difícil, cause miedos y hasta posibles golpes....
Al analizar la opción 3, resulta mejor que la 1 y más fácil que la 2....
pero tiene un defecto...la luz de la calle, no es mi luz....
me ilumina, pero no necesariamente enciende la luz de mi corazón....Y entonces llego a la conclusión que lo mejor es hacer una combinación de la opción 2 y 3:
salgo a la calle para ver...y llevo mi vela para encender con la flama de la calle, mi propia luz!
Así pues, tengo que atreverme a caminar en la obscuridad,
buscar la puerta y en la calle, encontrar la luz que quiero me ayude a ver,
acercar mi vela, pedir ayuda y permitirme encender mi flama.
Salgo de mis egos...
Encuentro a Jesús Hijo del Hombre,Con su gran flama, pedirle que encienda mi luz.
GRACIAS PADRE!
pd. lección que ayer recibí de mi amado Jesús.
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